Forrada por fuera de madera de cedro, paredes interiores de chapas oxidadas, suelo de cemento sin tratar...
La imperfección, se convierte en belleza.
En lo que fue una antigua granja de faisanes en el sur de Francia, la decoradora Isabel López-Quesada encontró su sueño. Su mano mágica la ha convertido en una cabaña aparentemente normal, en un lugar maravilloso para desconectar.
10 comentarios:
La chapa oxidada como que no, me parece nada acogedora.
Hola Bea, pasaba por casualidad y me encontre con tu blog que me a gustado mucho, asi es que me quedo, un beso.
Hola Bea! Me gustan tus casas elegidas, y ésta es muy singular! Un beso, Gloria.
Oh!! Qué original!! Yo quiero una igualita para mí ;)
Bss
Me encanta!!!
Felicidades por tu elección.
Un besito, guapa.
Más que cabaña parece una mansión de madera, qué preciosidad...
Me encanta ese porche, y el salón!! eso sí los cuernos los eliminaría,je, je
Me ha gustado mucho la decoración interios, muy acogedora, lo de la chapa no me termina de convencer , pero esa cocina...me encanta,Besos.ANA
Pues te digo que a una servidora no le importaría pasar una temporadita en esa cabaña... guau!
Bss
Que daría yo por tener una cabaña así!!! aysss máldito parné...
Besitos
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