... como en la canción del Duo Dinánico, ya llegó el final del verano y ayer 23 de septiembre empezó el otoño, como todo en la vida ... siempre hay un principio y un final ... cuando algo termina siempre nos da pena, nostalgia, tristeza ... y no se porque, pero a mi en otoño me da un poco de bajón, me pongo melancólica, quizá sea porque se terminan esos días tan largos, luminosos, soleados, y aunque también calurosos, son alegres, disfrutas mucho del exterior, la playa, las terrazas, las vacaciones ... ahora ya volvemos a la cotidianidad, los niños al colegio o universidad, nosotros al trabajo, mientras los días se van acortando y cada vez va refrescando más, ¡¡aunque eso se agradezca!!, pero el otoño también tiene cosas buenas, como por ejemplo, los paisajes que nos regala la naturaleza con los bosques de hayas y sus hojas rojizas, que son realmente un espectáculo (en la foto), precioso caminar con los rayos de sol atravesando el espeso bosque, mientras pisas todas esas hojas caídas de los árboles.
También es tiempo de setas, y se agradecen las excursiones por el bosque, con esta buena temperatura, yo tuve la suerte de conocer a una persona muy importante para mi, que me llevó a sitios maravillosos, con él descubrí el mundo de las setas y la naturaleza, ya que era un apasionado de todo ello, tuve mucha suerte, ya que si no hubiese sido por él, nunca hubiese conocido paisajes como los que vi y disfruté tanto.
Fageda d'en Jordà
Lago de Banyoles